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Exhalar 

reflexión metodológica de la exploración

Después del intenso intercambio de golpes, la respiración se hace más espesa. Todo el aire afuera, saliendo lentamente. Exhalación profunda que deja los pulmones como dos fuelles totalmente vacíos, los músculos relajados, los brazos se mecen sueltos, con fuerza.

Tan pronto como abren los ojos de nuevo, uno de ellos arranca en carrera hacia el centro del escenario circular. Una vez en el centro, comienza a desarrollar una entrada. Esta vez han preparado “Las Poesías”[*].

 


 

[*] La siguiente versión de esta entrada ha sido transcrita por Fabián Yela, y es la versión que trabaja el Circo Colombia del Ejército Nacional colombiano.

LAS POESÍAS (Un libreto para niños)

 

Esta entrada o libreto es trabajada por una díada o por una pareja de personajes, en ella interviene un payaso que es el encargado de realizar la parte cómica (el encargado de hacer reír), y un picador que hace la parte seria, este puede estar maquillado o desmaquillado.

Este libreto se desarrolla alrededor de la ridiculización, lo que quiere decir que la persona (picador) que va a declamar las poesías es interrumpido constantemente por el payaso que tiende a ridiculizar al poeta. Esta entrada de payasos va encaminada en la distorsión del lenguaje, utilizando una rima poco convencional.

Para que este libreto sea bien desarrollado cuando es llevado a escena, es necesario tener en cuenta todas las bases que estructuran la formación de un payaso, de esta manera podemos lograr buenos resultados, logrando colmar así las expectativas de nuestro auditorio.

Picador. En el día de hoy vengo a decirles unas lindas y hermosas poesías, espero sean de su completo agrado, pero para eso necesito que todos ustedes hagan mucho silencio... gracias.

Payaso. Eso, un aplauso para el payaso (bis), con narices de chancleta. (aquí el payaso o el picador saca corriendo al que llega a interrumpir sus poesías)

Picador. Se va mi primera poesía y dice así: del cielo bajó un pintor para pintar mi hermosura...

Payaso. Ay, al verte tan flaco (o gordo) y feo se le cuajó la pintura. (el payaso sale corriendo y el picador lo sigue hasta cierta parte)

Picador. Se va la segunda poesía y dice así: por la Panamericana se divisa una silueta, me pregunto de quién será esa silueta, pero de quién será esa silueta...

Payaso. De su abuela que viaja en motoneta.

Picador. Yo soy un pobre payaso que viene de un mundo ignoto...

Payaso. Con la barriga vacía y los calzoncillos rotos.

Picador. Oh esbelto salto del Tequendama, oh esbelto salto del Tequendama ...

Payaso. Si así eres tú de feo, cómo será tu hermana.

Picador. En el cielo las estrellas, en el campo las espinas, y en medio de mi pecho...

Payaso. Una pulga te camina.

Picador. Ya que no me dejó decir mis poesías, mejor les voy a dar un concierto de música. Yo sé bien que estoy afuera...

Payaso. Golpee para que le abran, animal.

Picador. Si a tu ventana se acerca una paloma...

Payaso. Trátala con cariño, que esa es mi persona.

Picador. Lo voy a hacer quedar mal; si a tu puerta llega un burro flaco...

Payaso. Trátalo con cariño, que ese es tu retrato.

Picador. Cuando yo estuve en la Habana...

Payaso. Yo también estuve allá... (Bis)

 

Picador. Lo voy hacer quedar mal. Cuando yo estuve en la Habana habían ladrones, robaba gallinas, salta tapias...

Payaso. Yo ya me había venido de allá. Miré señor, lo que pasa es que yo también soy poeta y quiero decir poesías.

Picador. Está bien, vamos a decir poesías los dos. Mi poesía se titula “La princesa está triste”.

Payaso. La mía se titula “Por delante y por detrás”.

Picador. La princesa está triste.

Payaso. Por delante.

Picador. Qué tendrá la princesa...

Payaso. Por detrás.

Picador. El príncipe la consuela.

Payaso. Por delante.

Picador. Y acaricia sus sonrojadas mejillas.

Payaso. Por detrás.

Picador. Una lagrima le rueda.

Payaso. Por delante.

Picador. Y un largo y hondo suspiro se le escapa.

Payaso. Por detrás.

Picador. Que se calle.

Payaso. Por delante.

Picador. Si no se calla...

Payaso.  Por detrás.

Picador. Lo mato.

Payaso. Por delante.

Picador. Y me lo como.

Payaso. Por detr... sí, como no, mamola mijo. (se hace una pequeña pausa) Lo que pasa es que yo también soy un gran poeta.

Picador. ¡Sí! Demuéstremelo.

Payaso. Se va. Del cielo cayo una rosa, de la rosa broto un botón, por eso a todo este hermoso público lo llevo en mi corazón. Tengo también una poesía para tí, para eso tienes que cogerme la colita del pantalón. Dice así: hojas del árbol caído, juguetes del viento son, se le cae la cola al burro...

Picador. ¿Y qué pasa?

Payaso. Lo que a este bobo jetón. (Aquí salen corriendo los dos, por supuesto uno correteando al otro).

F I N

En las gradas de madera, como algo más que público, estamos nosotros, los autores materiales de este performance narrativo, payasos investigadores. Y después de presenciar la anterior entrada, nos preguntamos con una pizca de angustia, ¿de qué estamos hablando - y sobre qué vamos a escribir- cuando hablamos de payasos? Por momentos esta condición compleja de payasos investigadores parece dilatarse y expandirse a proporciones inmanejables. Pero si uno se detiene un segundo a pensarlo, es la naturaleza misma de la realidad, o mejor, de la lectura analítica que pretendemos hacer de ella, recordarnos que apenas podemos jugar con categorías, asumiendo el riesgo de delimitar demasiado lo inconmensurable, de medir con ridícula precisión lo imponderable. Desde el inicio la investigación pretendió focalizarse en una historia viva, en una memoria latente y activa, decisión metodológica que responde también a la pertinencia política de visibilizar no solamente el pasado, la tradición, los recuerdos - buenos y malos-, sino además un presente y un horizonte para el quehacer multifacético de eso que aquí intentamos delimitar como el payaso. Es por esto que pensamos aquí en términos de memorias y rutinas del payaso bogotano, en cuanto historia viva, artística y social, de un personaje multifacético.

Adicionalmente, nos encontramos frente al reto de lograr un proceso de investigación que encajara con la naturaleza artística de aquello a investigar; en otras palabras, de intentar una solidez y una relativa autonomía epistemológica y metodológica, logrando algún distanciamiento de las ciencias sociales, que han predominado como paradigma científico para abordar el campo artístico[1]. Se trata entonces de un experimento de principio a fin, con el objetivo de lograr transmitir, desde contenido y forma, una experiencia de investigación. El hecho de que dicha investigación sea sobre una expresión artística, y más aún, sobre payasos, implica hacer explícito que el arte también es un vasto campo de conocimiento, como lo es el de la ciencia.

 

"que el arte no deba tomarse menos en serio que las ciencias en tanto forma de descubrimiento, de creación y de ampliación del conocer no anula las diferencias entre ambos tipos de producción dado que en la ciencia importan la verdad, la denotación, la explicación y la predicción y en el arte, interesan la poética, la metáfora, la expresión."[2]

 

Es así como la investigación se desarrolló aplicando las siguientes herramientas:

 

Los encuentros de payasos

 

“Eso no lo habían hecho en años; si no hay plata, si no es un negocio, yo no muestro mi maleta, y llegaron varios con su maleta, algunos con una maletota! Es hora de abrir el viejo bául de los recuerdos, de compartir lo que sabemos.”

(Tío Memo)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Las doce sesiones de encuentros de payasos conformaron el eje principal de la investigación, en un trabajo que se dejó llevar un poco orgánicamente, con la buena suerte de lograr algunas sinergias importantes generales y específicas. La intención principal fue la de generar un espacio que posibilitara el intercambio de experiencias, saberes y sentires frente al oficio del payaso en sus múltiples expresiones. Desde un principio se planteó la importancia de que los encuentros incluyeran un componente de trabajo práctico, de activación de la memoria corporal, recordando y compartiendo desde la acción las formas de hacer y ser payaso.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Sin embargo, los discursos sobre el ser payaso también deben ser considerados como parte de esta práctica, ya que son los vehículos que generan formas de representarse, así como reproducen y ratifican ciertas alteridades jerárquicas, como lo es la clasificación binaria de payaso y clown. Es así como los encuentros, bajo la filosofía ya promovida a través de los Clown Encuentros[3], operan no solo como una práctica integradora, sino además como una ética de la inclusión y el diálogo. Se genera un ethnos conceptual pues se revelan formas de hacer que en últimas constituyen un vasto conjunto aglutinador de valores y prácticas culturales. Y a la vez genera un ethnos social pues congrega payasos, que de otra forma se mantendrían segregados y aislados en sus trayectorias actuales de vida; los acerca y convoca a dinámicas de interacción, conversación y acción incorporadas en el discurso y en la acción.

A pesar de que en las dos primeras sesiones se sintió cierta dificultad para generar un ambiente de confianza, poco a poco el proceso fue ganando ritmo y dinámica, al punto que se plantea la continuidad de los encuentros más allá de la investigación, con la expectativa generalizada de empezar a lograr cosas más concretas (como creaciones artísticas, investigaciones conjuntas, etc.) desde las personas que allí participan. En palabras del payaso “Copito”, este espacio le permitió desempolvar la pasión que tiene por el arte del payaso, después de años de estar opacada por la cotidianidad de su trabajo en la publicidad callejera.

Se propuso que las sesiones, temáticamente hiladas, fueran guiadas por diferentes personas invitadas o voluntarias. Es así como se trabajaron temáticas relacionadas al payaso tradicional (recursos de la comedia física, diferentes tipos de rutinas, maquillaje, trabajo de creación de personajes) y al clown (la mirada, la escucha, encajando el fracaso, improvisación). Y para cada sesión, un abrebocas audiovisual[4].

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Más allá de las temáticas trabajadas, la riqueza esencial de los encuentros radicó en su intensidad como espacio de compartir recuerdos, opiniones y formas de trabajar. De alguna u otra forma allí entraron en juego y en permanente negociación una serie de tradiciones, de condiciones sociales y económicas, de posiciones políticas, de corporalidades concretas.

En algunos momentos de los encuentros el intercambio de recuerdos, opiniones e ideas condujo a un ambiente de catarsis, de una memoria detonada y viva. Los encuentros estuvieron marcados por un estimulante “toma y dame” de opiniones encontradas frente a alguna cuestión, de un mágico desarrollo de ejercicios o números donde los participantes mostraron su brillo, su talento, o mejor aún, donde mostraron su disposición a entregarse de lleno al intercambio, sin medir las gloriosas consecuencias de su potencial fracaso en el juego.

 

Actividades complementarias

 

Como complemento de estos encuentros, se recogió información bibliográfica y de archivo, en algunos casos gracias a los contactos establecidos a partir de los encuentros. Igualmente, se realizaron algunas entrevistas a partir de las reuniones para planear y diseñar las sesiones de dichos encuentros, reuniones en que varias veces se terminó conversando sobre las propias historias de vida. Como se trata de un proceso de más largo aliento como componente de investigación de la fundación Clown Encuentro, se han aprovechado adicionalmente un número importante de entrevistas ya realizadas con anterioridad a payasos y clowns, al tratarse de unos esfuerzos e intereses conjuntos de la Fundación Clown Encuentro y de la investigación doctoral del tutor.

 

Hacia un metatexto: propuesta narrativa del documento

 

"Like the myth and the kaleidoscope, the performance and dress of the clown or the pastiches of the philosopher are constructed out of oddments of cultural debris and involve a mirror principle"[5]

 

Si pensar implica un cuestionamiento a la configuración que le hemos dado a la realidad, las obras de arte responden básicamente a un pensamiento, es decir a un cuestionamiento, guiado por las preguntas más esquivas que el ser humano tiene sobre su existencia y la del universo.

Cómo sería entonces una “escritura clown”, es decir, que responda o dé cuenta de una forma de pensar propia del payaso? Se nos ocurren algunas cosas:

- Siguiendo a Babcock (1984), podrían buscarse analogías con los retazos disparejos, con la exageración y el desorden, todas características del payaso, que traen su propia propuesta de forma y significado al ejercicio de escribir.

- El auto-comentario irónico; la base de lo metateatral es la ironía, cuya esencia está en esa doble visión que se plantea, autocrítica y deconstructora.

- Tono versátil que pueda pasar de lo poético a lo banal, casi vulgar; de lo dramático (serio o estúpido) a lo ridículo (cómico o trágico).

- Narrativas fragmentarias, compuestas por relatos que operan, desde una lógica barthesiana, como cuerpos celestes que circulan y orbitan, sin tener que dar cuenta de un centro o núcleo -que tal vez ni siquiera exista- sino más bien de una constelación, de una galaxia, de un microuniverso nunca cerrado.

- Puesta en escena de las construcciones discursivas: a partir de los diferentes insumos de la investigación (entrevistas, conversaciones durante los encuentros, material bibliográfico, material audiovisual, etc.), se elaboran piezas ficcionadas que remiten a la realidad social abordada. Es por esto que aunque en algunos casos los nombres propios (de personas, lugares, circos, etc.) sean ficticios, los contenidos de los relatos no lo son, actuando como representaciones condensadas, sintéticas o ejemplares de determinados aspectos que se quieren exponer y analizar, como parte del ejercicio de investigación aquí propuesto. Los nombres verdaderos de los payasos y payasas que nos han compartido sus memorias y rutinas, se encuentran al final del documento en un listado anexo.

Los payasos, en su intento por romper las reglas, sin importar si lo logran o no, jugando con el límite de la transgresión, nos revelan esos límites, clarificando por un instante sus verdaderas coordenadas, y al mismo tiempo configuran para nosotros los espacios de resistencia a esos límites.

Los payasos invierten, juegan, subvierten, rompen, consienten, cosquillean, refractan, parodian, burlan, vulgarizan, imitan, retuercen, reducen y exageran toda clase de artefactos culturales y sociales, todo a través de lo que llaman “comicidad”, o de lo que también llaman “tener salsa”.

Mientras que las ciencias sociales siguen y seguirán influyendo las maneras de concebir e interpretar el arte del payaso (entendiéndolo como una inversión simbólica como pedagogía conservadora del orden, o como un conjunto de posibilidades más generativo y crítico para la inversión simbólica, con juegos de transgresión y recombinación),  aquí proponemos que el camino se hace al andar.

Como le dijo Sancho Panza a don Quijote, “al freír de los huevos lo verá”.

O como le dijo el payaso a los dos, “al freír de los huevos el reír”.

Es así como se propone la escritura de un documento que responda desde la forma, a la temática misma de la investigación. Es decir, se busca lograr una eficiencia comunicativa con una estructuración experimental de la narrativa, buscando vínculos simultáneos, relatos multivocales, con interlocuciones entrecruzadas y estilos compuestos en un intento de rompecabezas que se espera resulte, a final de cuentas, divertido, informativo y poético. En este mismo sentido, el presente documento le apuesta a la posibilidad que ofrece una estructura multimediática, que incluye la articulación narrativa de diferentes plataformas de comunicación, como lo son las imágenes, los videos, los audios, y por supuesto la escritura. Seguramente será un reto pensar en la forma física tradicional (es decir, impresa) de esta investigación, pero hemos querido arriesgarnos para mantener un espíritu juguetón y a la vez riguroso para construir conocimiento artístico.

Y es así entonces, querido lector, que lo invitamos en este instante a ser parte del juego, a concentrarse y juntar todas sus fuerzas, canalizadas en un grito contenido, audible apenas como un gruñido, que permita expresar el esfuerzo sobrehumano que usted ahora empieza a hacer para poder dar vuelta a esta página y así continuar con la lectura.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


 

[1] Vale la pena anotar que este desafío se hizo aún más explícito y estimulante a partir del seminario en metodologías de investigación que se realizó como parte del proceso de adjudicación de la beca de investigación IDARTES, a cargo del maestro cubano Pedro Morales.

 

[2] GARCÍA y BELÉN, 2011.

 

[3] Los Clown Encuentros son eventos anuales de intercambio de payasos de diferentes países y tendencias, a través de talleres, funciones y charlas. Liderado por Barnaby King (tutor de esta investigación) y apoyado por un grupo grande voluntarios de payasos principalmente colombianos, el Clown Encuentro llegó a su cuarta versión en este año 2012.

 

[4] Al final del documento se anexa un listado de enlaces para los videos que fueron presentados como actividad de los encuentros.

 

[5] “Como el mito y el caleidoscopio, el performance y el vestuario del payaso, así como las imitaciones del filósofo, son construidos a partir de retazos de escombros culturales e implican un principio de espejos” BABCOCK, 1984, p. 106. Traducción nuestra.

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